La armonía ecológica y el medio ambiente natural y humano

En INNOVACIÓN DEMOCRÁTICA somos conscientes de que la meta del crecimiento económico meramente cuantitativo indiscriminado e ilimitado queda cuestionada por la capacidad del medio ambiente natural, altamente interrelacionado. Para absorber el alto grado de interferencia que implica la superproducción material con la tecnología actual es preciso reconsiderar el marco general de los fines del crecimiento económico y el estilo y la orientación del uso y aprovechamiento de los recursos naturales. Entendemos que se trata no sólo de resaltar la necesidad y conveniencia de la mejora del medio ambiente natural sino también -y a la vez- la perentoriedad y la necesidad de mejora del medio ambiente humano siempre en relación con aquél. Un entorno ecológico natural armónico entre el reino mineral, el reino vegetal y el reino animal sólo es posible con un entorno humano armónico. Y viceversa tenemos que añadir.
El grado de desarrollo humano, no depende exclusivamente de la cantidad y calidad de los bienes y servicios privados que podamos adquirir, ni tampoco de la cantidad y calidad de los bienes públicos que podamos usar y disfrutar, sino también, con una importancia creciente, de otras muchas variables cualitativas que son imposibles de medir cuantitativamente por ningún “bienestarómetro”. Toda solución meramente técnica se enfrenta a un muro, difícilmente franqueable, creado por la inercia de las costumbres humanas que, deslumbradas por el espejismo del “homo aeconomicus”, disfrutador a cada vez más corto plazo, continuamente se autoalimenta y regenera en su carrera cuasimecánica hacia un consumo material cada vez más efímero, variable e instantáneo. Es utópico pensar en un éxito duradero en el ámbito ecológico sin una profunda transformación de nuestras costumbres e ideas.
INNOVACIÓN DEMOCRÁTICA considera que las nuevas vías de solución, difícilmente sistematizables de forma monocorde, se encuentran desbrozando un tercer camino en el ámbito del desarrollo integral y sostenible. La interdependencia real entre las diversas ciencias hace que la consideración unilateral y autosuficiente de una de ellas sea una fuente de errores sistemáticos a la hora de solucionar problemas prácticos. Las soluciones integrales que demanda la Ecología –en tanto que Ciencia que resalta la armonía, defensa y promoción de la vida del Planeta en todas sus manifestaciones- requieren una Socioeconomía Política global que tenga también en consideración las aportaciones del Derecho, la Psicología, la Historia, la Biología, la Física, la Química… y también la Ética y la Filosofía. La necesidad de interdependencia entre las distintas ciencias corre pareja con la interdependencia de los ecosistemas. Toda intervención en un área del ecosistema debe considerar sus consecuencias en otras áreas y en el bienestar de las generaciones futuras. De la misma forma que las distintas ciencias concuerdan en la visión de un auténtico “cosmos”, de un verdadero universo armónico dotado de integridad propia, podemos también hablar de un microuniverso ecológico y un microcosmos humano integrado armónicamente, entre sí y con aquél, buscando su equilibrio interno y dinámico.

Por todo ello, INNOVACIÓN DEMOCRÁTICA considera que junto al estudio de la compatibilidad externa de la economía humana con los ecosistemas conviene abrir también una vía de investigación creativa y novedosa sobre la compatibilidad interna del ecosistema humano gravemente deteriorado. En último término, ese grave deterioro, es, muy posiblemente, la causa fundamental de la distorsión y destrucción del medio ambiente natural.

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