Sal 129 (130), 1-2. 3-4. 5 R. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. R.
R. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. R.
R. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora R.
R. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Aleluya Jn 14, 6bc Aleluya, aleluya, aleluya
Yo soy el camino y la verdad y la vida – dice el Señor -; nadie va al Padre sino por mí. R.